PRIVILEGIOS

Ahí están, protestando en las redes sociales.
Porque el límite es ese: mucha cuarentena, mucho aplauso, mucha limosna, pero que nadie se atreva a tocarle los privilegios.
Para los señores del Privilegio, el otro no importa nada, el otro siempre es vago y roba, el otro nunca quiere laburar, el otro es una amenaza, aún en tiempos de pandemia global.
El concepto de solidaridad no existe para estos miserables, el de empatía, menos todavía. No le toque sus privilegios, esos que les permiten diferenciarse del resto de los mortales.
Porque para eso nacieron y se ganaron todo en las tierras de la meritocracia, para que venga el otro a aprovecharse de sus privilegios.
Ante el rumor de que se viene un decreto que declararía de interés público todos los recursos sanitarios tanto privados como estatales, reaccionan así, indignados.
Si fuera por ellos, se salvarían solos.
Hay una porción enorme del país que está muy enferma, y no de Coronavirus. Está enferma de odio de clase, de racismo, de miseria mental. Y no hay vacunas para esa malaria.
#RevistaSudestada